“The earth is the Lord’s, and everything in it, the world, and all who live in it.” Psalm 24:1(NIV), declares God’s sovereignty and complete ownership of the entire universe and its inhabitants, reminding us that we must be good stewards of His creation and live for Him. As Christians, we believe that the Trinity of God—Father, Son, and Holy Spirit—transformed the formless and empty earth into a perfect order that should not be changed, according to Psalm 148:4-6. Therefore, our call to the Christian community is to unite in the mission of caring for and defending creation.

The Continental Christian Network for Peace, Reconpaz, the movement we coordinate with pastoral, ecclesial, and community leadership in nine Latin American and Caribbean countries, focuses on human rights and integral ecology. We seek to accompany communities that defend creation and Indigenous peoples who play a vital role in these times of so many environmental conflicts and climate change. However, these guardians are being threatened, criminalized, persecuted, and some are even being killed for their actions, which deeply saddens us, as they should be declared heroes in every country.

Violence against defenders affects their families and communities, but it also has consequences for the future of all humanity and future generations. Faced with corporate greed for natural resources and permissive governments, communities are uniting, confronting powerful interests, convinced that there is no other planet on which we can live and that they are working for God, Creator of heaven and earth, who loves His Creation.

This ministry was born from the heart of God, who united Latin American leadership in 2009 to provide support to guardians of creation through training, healing, communication, and solidarity. More than 20 rainwater harvesting projects stand out, coordinated by Rev. Dwight Bollick, who also serves globally with International Ministries. I have joined this ministry of justice and peace since 2020, continuing to sow hope for the glory and honor of God.

In 2025 we launched the People’s Court with three communities in Guatemala, Honduras, and El Salvador, denouncing environmental damage and land dispossession. We are filled with joy by the openness and involvement of churches and environmental organizations in this People’s Court. The young defender of the Choluteca River in Honduras, along with the leadership of his organization, came to the Agape Christian Church (ICA) in Tegucigalpa, where they presented their complaints to the People’s Court. The ICA’s motto is “We are a church that walks with the people,” just as Jesus did, sharing in their lives, joys, and sorrows. Jesus sat at the table without looking down on anyone, and he was present in daily life, not only in the temple but also in the streets, accompanying the most vulnerable. This is how Jesus acted, and this is how the Church becomes a true sign of closeness, justice, and love.

(Version in Spanish)

“De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan”, Salmos 24:1, declara la soberanía y propiedad total de Dios sobre todo el universo y sus habitantes, recordándonos que debemos ser buenos administradores de Su creación y vivir para Él.  Como cristianos creemos que las tres personas de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, participaron de la obra creadora, hicieron de la tierra desordenada y vacía, un orden perfecto que no debe ser cambiado, según Salmos 148:4-6.  Por eso nuestro llamado al pueblo cristiano es a unirse en la misión del cuidado y la defensa de la creación.

La Red Continental Cristiana por la Paz, Reconpaz, el movimiento que coordinamos con liderato pastoral, eclesial y comunitario en 9 países latinoamericanos y caribeños tiene un enfoque en derechos humanos y ecología integral. Acompañamos comunidades defensoras de la creación y pueblos indígenas que juegan un rol muy importante en estos tiempos de tantos conflictos ambientales y cambio climático. Sin embargo, estos/as guardianes/as están siendo amenazados, criminalizados, perseguidos y algunos/as asesinados/as por sus acciones de defensa, lo que nos duele profundamente, pues deberían ser declarados/as héroes y heroínas en cada país.

La violencia contra los/as defensores/as la sufren sus familias, comunidades, pero también tiene consecuencias en el futuro de toda la humanidad y las próximas generaciones. Ante la avaricia de las empresas por los bienes naturales y los gobiernos permisivos, las comunidades se están uniendo, enfrentando grandes intereses, convencidos de que no hay otro planeta en que podamos vivir y de que trabajan para Dios, Creador de los cielos y de la tierra, que ama Su Creación.

Este ministerio nace del corazón de Dios, quien unió liderato latinoamericano desde el 2009 a brindar apoyo a guardianes/as de la creación con formación, sanación, comunicaciones y acciones solidarias.  Destacan más de 20 proyectos de cosecha de agua de lluvias, coordinados por el Rvdo. Dwight Bollick también servidor global de Ministerios Internacionales.  Desde 2020 esta servidora se integra a este ministerio de justicia y paz, a seguir sembrando esperanza, para gloria y honra de Dios.

En julio de 2025 iniciamos el Tribunal de los Pueblos con tres comunidades defensoras en Guatemala, Honduras y El Salvador, denunciando daño ambiental y despojo de tierras. Nos llena de alegría la apertura y vinculación de iglesias y organizaciones ambientales en este Tribunal de los Pueblos.   El joven defensor del Río Choluteca en Honduras junto al liderato de su organización llegó a la Iglesia Cristiana Agape, ICA, en Tegucigalpa, donde presentaron sus denuncias ante el Tribunal de los Pueblos.  La ICA tiene el lema “Somos una iglesia que camina con el pueblo”, así como Jesús lo hizo, compartiendo la vida, las alegrías y los dolores de las personas.  Jesús se sentó a la mesa sin menospreciar a nadie, estuvo presente en la vida cotidiana, no solo en el templo, sino en la calle, acompañando y sirviendo con compasión, especialmente a los más vulnerables. Así actuó Jesús y así la Iglesia se convierte en un verdadero signo de cercanía, justicia y amor.