Mayo de 2020

Amados hermanos y hermanas en Cristo, espero que, al llegar esta carta a cada uno de ustedes, se encuentren muy bien.

En forma muy breve, les comparto la situación en Costa Rica. La pandemia del Covid-19, ha sido tratada por nuestro gobierno y los líderes en el área de salud, de excelente manera. Al día de hoy, de 830 casos confirmados, hay 535 personas recuperadas y 287 continúan con su tratamiento. Hemos tenido 7 personas fallecidas. Esto de un total de 18.388 pruebas realizadas. También la población ha sido muy responsable en acatar las disposiciones del gobierno para minimizar los contagios.

La dinámica en la UBL, tanto laboral como académica, ha cambiado de manera significativa. Al no contar con mucho recurso económico, capaz de soportar esta crisis, la Dirección se ha visto en la necesidad de bajar el tiempo laboral de los administrativos a media jornada, esto con el propósito de no despedir a ninguna persona. Se espera que, entre julio y agosto, la situación en el país vuelva a la normalidad. Por otra parte, muchos estudiantes, tanto de Costa Rica, como de otros países latinoamericanos, al haberse quedado sin trabajo, han solicitado becas a la Institución para poder continuar con sus estudios. Becar a tantos estudiantes en este momento, no ha sido una tarea fácil. Se ha requerido de una ardua labor estratégica desde la Vice Rectoría para lograr cubrir lo más posible, todas las solicitudes. Sin embargo, gracias a los donativos que vienen de algunas organizaciones extranjeras y que se asignan para este fin, se ha logrado dar respuesta positiva en medio de la urgencia. En total este segundo cuatrimestre se matricularon 135 estudiantes y se otorgó 31 becas, además de las que se habían aprobado a finales del año pasado para este año 2020.

En cuanto a mi familia, estamos bien. Yo estoy realizando teletrabajo. Desde mi casa doy acompañamiento a los y las estudiantes, por medio de correos, notas de motivación, tanto para animarles a continuar sus estudios en forma virtual, como en darles un poco de acompañamiento espiritual y emocional. También continúo en la coordinación de Editorial y Publicaciones. Mi esposo no ha tenido problemas por falta de trabajo. Mis hijos que están en casa estudian en forma virtual. Mi hijo Miguel que es profesor, da sus clases en modalidad virtual también. Mi hija Andrea trabaja en el laboratorio de uno de los hospitales del país. Ella ha tenido mucho trabajo en este tiempo y constantemente está expuesta a contagio. Sin embargo, ha sido para ella una puesta en práctica de ir una milla más. Ha tenido jornadas laborales de hasta 24 horas, algunas veces. Esto con el propósito de sacar a tiempo las muestras que constantemente llegan al hospital. Están aplicando un sistema que tarda una hora en dar los resultados, pero eso ha requerido un mayor esfuerzo de todos. Ella no se queja por el trabajo que realiza. Ella dice que trabajar y servir sin condiciones a los demás, fue la decisión que ella tomó cuando optó por esa profesión. Esa es su ética y valores, no sólo como profesional en la salud, sino también como hija de Dios.

No ha sido un tiempo fácil, pero gracias a Dios, hasta ahora, hemos tenido el medio, la fuerza y el ánimo para continuar sirviendo a los demás de la mejor manera posible. En este tiempo de pandemia, podemos afirmar que Dios sigue siendo bueno y grande en misericordia.