Marzo: Este mes la carta no sigue las normas. No son 25 palabras para la guía de oración de la Ofrenda Misionera Mundial. Ni las 100 palabras en la descripción de la tarjeta de oración. Tampoco las 250 palabras del testimonio en la Guía de Servidores Globales. Ni siquiera son las 500 del formato del boletín. Es un corazón a corazón que va más allá de lo que se puede escribir en un boletín; de cómo los recientes viajes a Colombia, Chile, Puerto Rico y O’ahu están interconectados con nuestras vidas y ministerio. Para leer la versión en inglés, te rogamos ir aquí.
¿Y por qué? Porque hace un tiempo, un amigo nos sugirió que compartamos en las cartas “algo que revele sus corazones – (por ejemplo, “Dios me habló durante la oración…, Realmente me apasiona…, Siento un llamado a…, Estoy luchando con esta área de mi fe…)” Ciertamente, cuando escribimos, tendemos a enfocarnos en lo logrado más que en los desafíos; uno de ellos es el espacio disponible para escribir que nos limita por el tamaño del papel o lo que nos piden escribir para literatura oficial como la que mencionamos. Pero, mantuvimos el pedido de este amado hermano en nuestras mentes y corazones y ha llegado el momento de estar al descubierto.
Pero antes de seguir, hay dos temas importantes que debemos cubrir para evitar que haya correspondencia perdida.
1. La nueva dirección física y postal de Ministerios Internacionales es:
1003 W. 9th Ave, Suite A, King of Prussia, PA 19406.
2. El Pareo de Primavera 2018 proveerá una buena oportunidad para que donantes actuales aumenten sus promesas y para que nuevos donantes puedan comprometerse y ofrendar a nuestro ministerio. Un donante muy generoso ofrendó $100,000 para el Pareo de Primavera de este año, así que aprovecha la oportunidad para dar a nuestro apoyo continuo y al de nuestros colegas en misión. Para nosotros es particularmente oportuno para acercarnos a conseguir el 100% del presupuesto que necesitamos para ser enviados a Colombia. Podríamos reducir a la mitad el tiempo y el esfuerzo para alcanzar esta meta al aprovechar este Pareo de Primavera 2018. Funcionará desde el 15 de abril de 2018 hasta la medianoche del 15 de junio de 2018 o hasta que se agoten los fondos, lo que ocurra primero. Recuerda, las ofrendas adicionales (anuales o recurrentes) serán duplicadas y nuevas ofrendas serán duplicadas. ¡¡¡MUCHAS GRACIAS!!! Es la primera vez desde el 1814 que Ministerios Internacionales destaca una unidad misionera en Colombia. En unidad y gracias a tu aporte, serviremos en Colombia. En el memo del cheque (o en las anotaciones de tu ofrenda online) asegúrate de anotar: Pareo de Primavera 2018 para Nombre y Apellido Servidor Global de tu elección. Nuevamente, ¡¡¡GRACIAS!!!
¿Ves qué difícil es hacer que quepa todo lo que uno desea compartir en un boletín con espacio limitado? Tratemos de seguir con el tema de este mes: al descubierto… Los primeros tres países de servicio (Chile, España y Nicaragua) fueron una gran escuela para ejercitar el músculo de la fe en Jesucristo. Tuvimos un buen poco de alegrías a la par de otros desafíos. Uno de ellos es seguir conectados con quienes dejamos en esos países. Siendo que somos una familia misionera que gusta de estar en familia, ha sido difícil esperar por años para poder estar nuevamente con quienes amamos y nos preocupan; con quienes caminamos y aprendimos; la familia extendida con la que estaremos junto a la gran nube de testigos disfrutando con quienes sean añadidos cada día a Su Reino. Puedes afirmar que somos bastante apasionados con Su reino, la familia y el discipulado.
Cuando salimos de Israel, la segunda vez en 1993, no sabíamos que hasta el 1996 no regresaríamos (embarazada del primogénito) y hasta el 2012 con los tres. Pero, en todos esos años, estuvimos comunicados con nuestras familias en Su Tierra hasta que al fin pudimos verlas otra vez. Desde 2012 no hemos regresado como familia, pero nuestro primogénito acaba de completar un semestre de estudios en el extranjero en su tercer viaje (primero in uterus y dos veces más a través de sus ojos).
Lo mismo pasó cuando salimos de Chile en el 2009. ¿Cuándo sería nuestra siguiente visita? O de España en el 2012. ¿Cuándo volveríamos? O Nicaragua en 2016. ¿Cuándo regresaremos? Mayra fue a España en el 2015 con dos representantes de las MBA de Indiana para la dedicación de la Casa de Acogida para Mujeres en Lorca para la que ellas habían apoyado con los recursos para su reconstrucción tras los terremotos del 2011, pero el resto de la familia no ha regresado a España.
Todos pudimos viajar a Chile en esta última temporada de Navidades del 2017. Créenos al decirte que al ver con nuestros ojos lo que leíamos en Facebook confirmamos la fidelidad de Dios a Su misión y es de gran estímulo a nuestra fe. ¿Por qué volver a Chile? Como dijimos, desde el 2009 que salimos, no habíamos podido regresar. Llevábamos mucho tiempo deseándolo. El tiempo fue el apropiado pues fue más sencillo conseguir alojamiento en Chile que los esfuerzos para conseguirlo en EE.UU. para ese tiempo del año. Chile es muy largo, pero pudimos visitar a la mayoría de nuestras familias amadas. Nos costó no ser descubiertos en la sorpresa a nuestra querida hija del corazón y su esposo el día que nacería su primogénito. Luchamos en nuestras oraciones por ellos pues ya habían perdido dos bebés y éste venía con el cordón umbilical enredado en su cuello… Señor, que no pase una tercera vez, por favor, te lo rogamos. Hemos sufrido abortos espontáneos y sabemos de otras familias que han tenido varias pérdidas antes de poder arrullar en brazos a su bebé, pero no podíamos evitar preocuparnos. Afortunadamente, esta vez todo salió bien. Pudimos visitar varias familias en el área de Coronel/Concepción/Penco. Fue tan refrescante sentir que, aunque habían pasado casi nueve años, se sentía como si nos hubiéramos dejado de ver el fin de semana anterior.
Nuestras hijas del corazón y nuestra familia tuvimos varias oportunidades de vernos. Fue un gran gozo verlas activas en la iglesia, dirigiendo escuelas bíblicas en barrios marginados donde tienen una escuela de vacaciones continua los sábados. Enseñan lo que aprendieron. De eso se trata el discipulado, ¿cierto? Compartir con otros en sus vidas, su caminar, el día a día… Pasar a otros lo que nos han pasado… Nuestros corazones brincaban de gozo al ver esto en acción a través de ellas. La iglesia estaba de aniversario y nuestro nieto fue dedicado ese día. Qué bendición para Carlos el compartir la Palabra y para Mayra dedicar al Señor este regalo suyo. Visitamos otras dos familias del área que son testimonio de la fidelidad y provisión del Señor. Familias que han crecido en número y siguen sirviendo al Señor. Fue muy refrescante volver a verles…
Viajar al sur a Temuco fue emocionante… Después de cuatro años de calor en Nicaragua, el aire fresco de Temuco fue muy reconfortante. Los diferentes climas en los que vivimos es otro de nuestros desafíos constantes. Nos recibieron amigos que siguen poniendo en práctica en sus Iglesias lo aprendido cuando enseñábamos en el Instituto Teológico Bautista. A quienes dejamos de adolescentes, ahora son adultos y profesionales. El liderato pastoral de la región sigue muy comprometido con el estudio de la Palabra y al compartirles del material de estudio bíblico su respuesta inmediata fue desear tener acceso; una señal clara de cómo Dios nos ha movido al prepararlo y se mueve en quienes muestran interés de usarlo. Hambre y sed de la Palabra de Dios producirá discípulos fuertes y centrados en el Señor sirviendo en congregaciones saludables.
En Chillán y San Carlos visitamos lugares que acostumbrábamos cuando vivíamos allí. Pasamos por donde vivíamos, donde comíamos, uno de los doctores que nos atendía en aquel tiempo, hasta la peluquera y nuestro restaurant favorito. Parecía que el tiempo no hubiera pasado; solo viendo las nuevas construcciones reconocíamos el cambio. Nos reconoció la mesera, la peluquera y el doctor, después de tantos años… Somos llamados a impactar a otras personas como el Señor nos impactó a nosotros; no solo dentro de los muros del templo sino en el día a día con quienes están fuera de esos muros. El testimonio de aquella pequeña iglesia que muchos apoyaron a construir su templo sigue presente en esa comunidad de San Carlos. La familia que les dirige cuida del templo, así como de sus miembros y la comunidad. Otras familias sirven al Señor en otras congregaciones. Sea donde nos cambiemos, debemos seguir llevando un buen testimonio más allá del nombre que llevemos o la iglesia que representemos. Su Nombre sea glorificado y honrado, así como lo hacen ellos.
Nos refrescamos un par de días en un remanso de paz para la última parte de nuestro viaje a Chile; hasta experimentamos el deslumbrante atardecer del solsticio de invierno/verano. Habíamos parado brevemente en Santiago al llegar e hicimos varias visitas y al regresar a esta última parte pasamos un buen tiempo con nuestras amadas familias en la zona. Algunos hijos del corazón y sus familias, así como nuestras familias del corazón con las que disfrutamos la Navidad y el Año Nuevo. Los niños ahora son adolescentes, los adolescentes ya son adultos, nuevos niños han nacido; la familia crece… La mejor manera de apoyar el desarrollo es alentando la educación. Qué gozo ver a muchos de estos jóvenes marcando su huella en sus comunidades; qué gran satisfacción.
Habíamos estado físicamente ausentes de Chile desde el 1 de marzo de 2009, pero este viaje comprobó que nunca nos fuimos y los fuertes lazos que nos unen con quienes amamos y servimos son testimonio del efecto del discipulado que prioriza las relaciones sin restricción de tiempo o distancia. Requiere esfuerzo, tiempo, devoción y provee continuidad a lo que Dios comenzó en ellos y nosotros y continuará mientras Él lo permita.
Fuimos a Chile después de nuestro viaje a Colombia (otoño del 2017). Reconfirmó cuán importante son las interconexiones en el discipulado individual, familiar y eclesial cuando buscamos ser fieles y obedientes a Dios. ¿Cuántos años nos tocó esperar para ir a Colombia, el país donde nació Carlos? Desde que él salió en el 1989 para nuestra boda en Puerto Rico, él había ido 3 veces (para un total de 22 días en 28 años), Mayra dos veces (para un total de 19 días) y nuestra prole solo una vez (solo por 1 noche). Definitivamente toda la familia está lista para regresar a servir en Colombia y acompañar al pueblo Wayuu en su discipulado en la Guajira en la Región Norte del país.
En Colombia visitamos Cartagena, Cali y Bogotá. Cartagena se parece mucho a Puerto Rico. La mamá de Mayra no notará mucha diferencia si nos mudamos a Cartagena. Las Iglesias en Cartagena son muy cálidas y nos recibieron y celebraron nuestro aniversario de matrimonio #28 aunque era nuestra primera visita. Ese día, por cierto, no había electricidad en el templo: por lo tanto, no funcionaban los ventiladores ni el sistema de sonido. Sin embargo, nada previno una experiencia de adoración excelente y una predicación impecable y bíblicamente centrada. Su ministerio de mujeres habló de su programación, incluyendo la reunión quinquenal de la Unión Femenil Bautista de América Latina (UFBAL) que se celebrará en Cartagena del 1 al 4 de agosto de 2018. De ser posible, nos encantaría ya estar viviendo en Colombia para participar de esta importante reunión.
En Cali nos reunimos con varias personas de la UNIBAUTISTA, un socio en misión en el país desde hace muchos años, explorando oportunidades de ministerio donde nuestra sociedad misionera pueda dirigir unidades de servicio global para acompañarles. De estas reuniones surgió la invitación a apoyarles en sus esfuerzos de discipulado con el pueblo Wayuu en la Guajira. A través de ellos también conocimos personas de la Denominación Bautista de Colombia quienes están interesados en coparticipar con Ministerios Internacionales. Hay tanto que se podría hacer en el país y donde podríamos ser de bendición. Colombia es un país tan grande, con tantas regiones y grupos. Ora con nosotros que podamos identificar junto a sus nacionales las maneras en que nuestras Iglesias pueden acompañar y servir en este país. Somos la primera unidad de servicio global que desde el 1814 haya sido dirigida por Ministerios Internacionales a servir en Colombia, pero Puerto Rico ha tenido presencia en el país desde hace más de 20 años a través de los Pastores Walleska Febres y su esposo colombiano Leonardo Florez de quienes oramos poder aprender mucho.
Al regresar a Bogotá pudimos compartir en familia con el hermano y una de las hermanas de Carlos y sus familias. Carolina celebró sus 18 con su tío, tía, primo y hasta nuestra directora de área pudo conocer una parte de la familia Bonilla. Es difícil encontrar amigos cercanos y duraderos. Carlos y su amigo han refinado el arte de la amistad a pesar de la distancia y el tiempo. Cuánto disfrutamos nuestro tiempo con él, su esposa; hasta su mamá con más de 90 años de edad. La geografía en Colombia es un desafío a la hora de moverse por tierra a algunas regiones; sin embargo, pudimos visitar algunos de sus lugares más hermosos. Cuando oramos acerca de ir a Colombia, nos puede abrumar pensar en lo grande que es el país, el desafío de trabajar entre grupos indígenas (¿tocará aprender otro lenguaje?), no hemos ido con frecuencia o por tiempo suficiente en estos casi 30 años… En muchos sentidos, será un país nuevo para todos, incluyendo a Carlos. En esta asignación, solo Carlos, Mayra, Daniela y la mama de Mayra (Hilda) vivirán en el país. Alberto se encamina a su propia vida al graduarse de universidad en mayo y Carolina se encamina a la universidad en agosto. Son nuevas dinámicas familiares para tus BGs, con todo lo que esto implica… Además, tenemos el gran desafío de, por fe en la provisión de Dios, alcanzar el compromiso al 100% del presupuesto para poder mudarnos a Colombia.
Como hemos compartido antes, un gran desafío es la situación económica por la que atraviesan muchas iglesias de nuestra red. Aún en EE.UU. hay Iglesias que han tenido que reducir sus ofrendas por sus propios retos económicos. Sabemos que son tiempos difíciles para todos. Pero, las finanzas nunca son problema para Dios cuando consigue el cumplimiento de Su misión. Lo vemos en nuestras hermanas y hermanos en Puerto Rico, especialmente tras la temporada de huracanes del 2017. Lo que nos lleva al tercer viaje en esta carta.
En enero, Mayra y su mamá Hilda fueron a Puerto Rico (por primera vez desde los huracanes) para hacer unas últimas diligencias relacionadas con la mudanza (como mover algunas cajas de la bodega en la isla a una bodega en EE.UU.). No es lo mismo verlo en las noticias, por TV, en FB a verlo de primera mano, con tus propios ojos… Y esto fue casi cuatro meses después de los huracanes… Y estuvimos en la zona metropolitana donde Hilda vivía y donde vive Pedro, el papá de Mayra… Estas son las zonas donde se supone que hubo menos daño o donde los arreglos han sido más rápidos. Sin embargo, donde nos quedamos había electricidad en las casas, pero no en las calles; muchos postes del tendido eléctrico estaban en el suelo o tumbados contra las casas poniendo las personas en riesgo. La mayoría de los semáforos no funcionaban y ALGUNOS HABÍAN DESAPARECIDO. Tocó manejar con mucha precaución al acercarse a las intersecciones para evitar accidentes. Ni siquiera el aeropuerto está funcionando a su total capacidad. Las calles están muy averiadas. Estuvimos solo un par de días, los suficientes para nuestras diligencias. Pero nuestra gente lo sigue viviendo día a día. Vimos lugares que por la falta de los árboles que les tapaban ahora estaban completamente al descubierto, incluyendo el cementerio viejo donde descansa la familia materna… Fue difícil manejar y palpar esa sensación de desnudez alrededor. Tantos lugares necesitan y esperan ser reconstruidos, restaurados y renovados. Hay equipos misioneros de tiempo corto que se están organizando y uniendo a estos esfuerzos. Estaremos apoyando y uniéndonos a algunos de ellos, uno de los cuales se prepara para ir a finales de mayo. Si deseas unirte y organizar un equipo en tu iglesia o región, déjanos saber. Mientras podamos irnos a Colombia, seguimos sirviendo y amando… Oramos que cuando nos mudemos a Colombia, toda la isla de Puerto Rico tenga electricidad; no como ahora (seis meses después de los huracanes) que “todavía hay más de 300,000 ciudadanos estadounidenses en Puerto Rico sin energía eléctrica”, según señaló el director de la Autoridad de Energía Eléctrica. ¡Insostenible! Y a pesar de esto, a pesar de todo, nuestras Iglesias Bautistas de Puerto Rico siguen cumpliendo su compromiso misionero enviando sus ofrendas, aunque sea en cantidades diferentes a las que enviaban antes de los huracanes.
Del este de las Américas en enero, fuimos al oeste de las Américas en febrero. ¿Recuerdas las “misiones reversibles” que compartimos en California con Christ-First y en Montana con PIB Billings? Tuvimos otras experiencias de un día durante nuestras visitas en EE.UU. el pasado verano/otoño y una nos esperó en O’ahu este febrero con la PIB Honolulu. Dios trabaja por senderos misteriosos y siempre nos sorprende cuando nos abrimos a Su dirección y tenemos la disposición de invertir en el trabajo de Su reino. Tal invitación llegó en mayo del año pasado a través de nuestra querida Sharon Dumas. Nos preguntó si habíamos ido a Hawai’i y por qué no, le dijimos que no, por falta de invitación. A lo que ella preguntó si iríamos de ser invitados y le respondimos que “por supuesto”. Así que hicimos arreglos para aprovechar el último descanso universitario de primavera de Alberto, para poder ir los 6. ¿Para qué? Para servir con la PIB Honolulu en su ministerio en la comunidad a las personas sin hogar. Ellos sirven comida los miércoles en la noche y Sharon además coordinó oportunidades en otros tres lugares: IHS (lunes y jueves), Alea Bridge (martes) y River of Life (miércoles). ¿Sabías que Hawai’i es el estado de la nación con mayor número de personas sin hogar per capita? Nosotros no lo sabíamos y por la cantidad de personas que llegaron por comida, podemos asegurarte que hay más personas que ministerios y agencias para servirles. Parece que hay estados en el continente que, en lugar de hacerse cargo de ellos, prefieren pagarles el pasaje de ida sin regreso a Hawai’i… ¡Qué triste que desechen a las personas menos afortunadas! Fue sorprendente el nivel de educación de la mayoría (algo tan sencillo como un por favor y gracias) y su disposición para esperar en las filas. La mayoría evitó el contacto visual, pero algunos nos permitieron verles a los ojos. Fue difícil conversar pues era una persona tras de la siguiente; pero tratamos de servirles con una sonrisa amorosa como Jesús les hubiera sonreído. En dos de los lugares servían comidas calientes y en otro entregaban comida en bolsas al igual que ropa. Otro tenía un armario de ropa y utensilios de primera necesidad que ayudamos a reorganizar en nuestra última visita. ¡Cuántas cosas desechamos que les sirven a otras personas! Muchos artículos del hogar y ropa para quienes recién llegan y pasan trabajo en conseguir trabajo e suficientes ingresos. ¡Cuántas cosas damos por sentado de lo que nos ha sido confiado! Ahora que estuvimos reduciendo lo de la casa de Hilda y lo nuestro para seguir sin casa, pero en familia, sabemos cuánto se acumula solo para tener que desechar o regalar más adelante. Y para qué, si nada de lo material lo llevaremos al cielo… Lo material no vale la pena. Lo invertido en el Reino es lo que durará para siempre.
Entonces, ¿cómo interconectamos estos cuatro viajes? Si te fijas en la foto, forma una cruz (norte, sur, este y oeste). Estamos unidos por Su Cruz y Su mensaje. Necesitamos estar interconectados y no vivir aislados del vecino, como islas que se sienten solas y desconectadas del resto. Vimos realidades que dejaron nuestros corazones y espíritus completamente al descubierto. El pedido común de Chile y Colombia de los materiales de estudio bíblico que hemos preparado y seguimos mejorando. La necesidad tanto en Puerto Rico como Hawai’i de apoyar a las personas menos privilegiadas. La magnitud de oportunidades de servicio en tantos lugares a la par de la falta de personas que puedan atenderlas. Esa sensación de desesperanza cuando las cosas están fuera de nuestro control. Ciertamente, muchas están fuera de nuestro control, pero nunca fuera del control de Dios. Él nos ha mostrado Su fidelidad continuamente y nos ha provisto una manera de poder exponernos en Su presencia completamente al descubierto sin temor ni ansiedad. Nos ha hablado en nuestras oraciones que sigamos siendo obedientes y fieles a Él, aunque no siempre entendamos Sus tiempos y caminos. Sin duda alguna, nos apasiona Su Reino, la familia y el discipulado por lo que nos sentimos llamados a mudarnos a Colombia, como cuando nos fuimos a Chile, España y Nicaragua. Cada vez expandiendo los lazos familiares, y cada vez exponiéndonos a experiencias de aprendizaje y desafíos que Él nos ha ayudado a superar. Seguimos luchando con los cambios en las dinámicas familiares y sabemos que así como Él ha sido fiel proveyéndonos las oportunidades para encontrarnos el año pasado (en Colombia y la Florida), Él seguirá cuidándonos, sin importar dónde estemos. En lo positivo, regresar a Chile reafirmó nuestra filosofía de discipulado al ver los frutos que Dios ha permitido con quienes estuvimos al comienzo de nuestro ministerio y que siguen dando fruto que nos animará en nuestra próxima asignación.
Si todavía estás leyendo, sabemos que nos amas. Las reglas de mercadeo pueden decir que menos es más, pero de vez en cuando esas reglas no aplican y es bueno exponernos de corazón a corazón, como nos pidió nuestro amigo. Sí, sabemos que tienes tus propios retos, desafíos, sueños y deseos. Oramos por ellos. Eres importante para nuestra familia y anhelamos sigas orando, animándonos y apoyándonos con tus ofrendas. Agradecemos ser parte los unos de los otros y poder disfrutar tiempos felices, así como de tristeza. Seguimos fomentando relaciones en doble dirección. Posiblemente no escribamos otra carta larga en un futuro cercano, pero afortunadamente la versión online no tiene restricciones para hacerlo de corazón a corazón cuando sea apropiado. Comunícate con nosotros si quieres saber más allá de lo que compartimos en una carta online o un boletín. ¡Nos gusta recibir correspondencia! Estamos atentos a escuchar que Dios te ha estado animando a acompañarnos con tus ofrendas para nuestro servicio en Colombia. Lo agradecemos profundamente. Si bien nuestros corazones están completamente al descubierto, nuestras mentes están cubiertas de imágenes de esa gran nube de testigos que tenemos la bendición de llamar nuestra familia… ¡Te amamos!
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